INFANCIA REFUGIADA

Guerras, violencia, catástrofes naturales o situaciones de pobreza extrema obligan a más de 100 millones de personas a abandonar sus hogares. Situaciones que afectan especialmente a la infancia, alejándola de su entorno, de su escuela y de sus oportunidades de futuro.

Más de 43 millones de niños y niñas en el mundo son refugiados, desplazados y migrantes.

Niños y niñas que se enfrentan a una nueva vida, llena de miedo e incertidumbre, y que necesitan recuperar su derecho a la educación en los lugares de acogida. En la emergencia, la educación es el primer derecho que se pierde y el que más tarda en recuperarse.

Junto a nuestras organizaciones socias, desde Entreculturas y Alboan trabajamos para que accedan a la educación: la escuela les ayuda a superar los traumas, aporta normalidad a sus vidas y les da un espacio de acogida y de inclusión.

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© Paula Casado
ayuda humanitaria
© Sergi Cámara
nina refugiada
© Sergi Cámara

La educación hace posible que puedan mirar al futuro con esperanza.

La escuela les ofrece herramientas para protegerse, atención psicosocial para superar los traumas ocasionados por la guerra, alimentación diaria y un espacio de convivencia, de seguridad y de paz para sus vidas.

La educación es clave para fomentar el diálogo frente al conflicto, la empatía frente a la hostilidad, la acogida frente al rechazo. La educación es fundamental para la creación de una cultura de paz, para construir un mundo más justo y solidario. La escuela es refugio.

A través de nuestros proyectos, atendemos, protegemos y acompañamos a la infancia refugiada y a sus familias y comunidades. Les ofrecemos atención humanitaria, atención psicosocial, apoyo educativo y espacios de juego y convivencia que les permitan recuperar su rutina y acceder a un futuro digno.

A continuación te mostramos algunos de los ejemplos del trabajo que realizamos Entreculturas y Alboan en defensa del derecho a la educación en contextos de emergencia:

Las personas en la República Centroafricana (RCA) siguen enfrentando inseguridad y amenazassu bienestar, con uno de cada cinco centroafricanos desplazados internamente o refugiados, mayormente en naciones vecinas. Aproximadamente 3,4 millones de individuos se encuentran en una situación extremadamente vulnerable, superando la capacidad de la asistencia humanitaria para restablecer su bienestar. De ellos, 2,4 millones son el enfoque principal del Plan de Respuesta Humanitaria (HRP).

Entreculturas y Alboan acaban de lanzar un proyecto de 2 años, financiado por UNICEF, en las regiones de Ouaka y Haute-Kotto. Este proyecto responde a las grandes necesidades en términos de educación y protección en estas regiones.

El objetivo del programa es la continuidad de las actividades escolares para todos los estudiantes (en los distritos de Kotto y Ouaka) y el fortalecimiento de la resistencia del sistema educativo.

Nos centramos en logros, responsabilidad y participación comunitaria, buscando una perspectiva integral e inclusiva. Promovemos una estrecha colaboración entre la escuela, las familias y las comunidades, teniendo en cuenta la diversidad de género y las necesidades de personas con discapacidad.

Este proyecto tiene como objetivo beneficiar a 19.500 personas, entre ellas 19.200 niños/as y 300 adultos/as, procedentes de comunidades anfitrionas y desplazados internos, especialmente en Ouaka y Haute-Kotto, dos áreas con poblaciones vulnerables y de bajos ingresos.

Más de 7 millones de personas se han visto obligadas a abandonar Ucrania hacia países fronterizos como Polonia, Hungría o Rumanía. Dentro de Ucrania, también son cerca de 7 millones las personas desplazadas. Desde que comenzó la guerra, decenas de escuelas al día han sido atacadas o utilizadas militarmente, dejando a los niños y niñas sin su espacio de juego, de formación y de seguridad.

Desde el primer momento, en Entreculturas y Alboan activamos nuestro protocolo de emergencia para poder estar a su lado y ofrecerles atención, acogida y acompañamiento. Además de refugio, alojamiento y alimentación, trabajamos para que sigan teniendo acceso a la educación, a esos espacios de seguridad y de paz.

Con un total de 5.606 niños y niñas beneficiados, Entreculturas ha abordado la educación con un enfoque amplio y comprometido. Cuenta con profesorado ucraniano con el propósito de tejer un entorno familiar y culturalmente acogedor para estos jóvenes refugiados.

En simultáneo, se han ofrecido clases de idiomas, abriendo las puertas hacia una integración más fluida en el sistema educativo del país de acogida, mientras que las actividades educativas no formales, como el arte, el baile y el canto han sido pilares esenciales, nutriendo la creatividad, estimulando la interacción social y brindando una vía para liberar emociones.

Entreculturas, además, acompaña a las familias ofreciendo guía sobre el valor de la educación, así como recursos que respaldan el aprendizaje en el hogar y la integración en el sistema educativo del país anfitrión. Este respaldo es vital para asegurar el éxito educativo a largo plazo de la infancia refugiada.

Colombia es un país que ha sufrido un largo período de conflicto armado y que tiene que afrontar problemas serios como el narcotráfico, las economías ilegales y problemas derivados de una alta desigualdad (Colombia es el país con el índice de desigualdad más alto de la región GINI 0,55, en 2021).

El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Colombia atiende a las personas que sufren movilidad humana forzosa para que puedan acceder a sus derechos (promoviendo su atención en centros de salud o para que sus hijos o hijas tengan la posibilidad de ir a la escuela aunque cambien de localidad) y para que puedan cubrir sus necesidades básicas (muchas veces las personas llegan sin nada y necesitan un lugar donde alojarse, necesitan alimentación, elementos de higiene, etc). Asimismo, atiende a personas que están en tránsito de un lugar a otro y también a familias que se asientan en comunidades porque quieren quedarse por más tiempo. Siempre poniendo el foco en las personas más vulnerables: madres solas con menores, personas mayores o enfermas, personas con discapacidad, minorías étnicas, etc.

El proyecto tiene un resultado específico para el tema de Educación, es una línea de trabajo de gran importancia y que se espera fortalecer. Resulta fundamental que se pueda mantener la educación de los niños y niñas en situaciones de emergencia. Cuando tu familia ha tenido que huir junto con sus vecinos y está viviendo en un alojamiento, los menores tienen que poder continuar sus estudios, en escuelas o al menos en espacios seguros. Es fundamental para su futuro y también para su bienestar emocional durante esa situación de emergencia.

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